

Los migrantes venezolanos que se ubicaban en los exteriores de la iglesia del barrio Buenos Aires, al oeste de la ciudad de Machala, ya no se encuentran en este lugar. Desde hace un mes de a poco se han ido, aseguran vecinos del sector.
En la Casa de Acogida «Virgen de la Merced», al momento se encuentran unas 8 familias que suman unas 35 personas entre adultos y niños, informa el Psicólogo, Edgar Vélez. Es una respuesta de la iglesia católica a través de Cáritas y su departamento de movilidad, que nos permite acoger a migrantes en situación de calle, a quienes bajo algunos criterios de observación se les brinda apoyo y acompañamiento, indica el técnico psicosocial.
Las personas que se encuentran en la Casa de Acogida, en su mayoría son de Venezuela, también de Colombia, inclusive ecuatorianos, que son niñas y niños que han nacido en nuestro país. Tienen vocación de quedarse en el país y su permanencia en el albergue es temporal. Se les recibe a las 17h00 y tienen acceso a merienda y su espacio para descansar. En la mañana salen a las 07h00, luego de desayunar.
Durante el día no permanecen en el lugar, salen a trabajar porque deben generar una estabilidad económica para disponer de su propio espacio, porque en la Casa de Acogida pueden permanecer hasta por 30 días, dependiendo la circunstancia personal de cada uno de los beneficiarios, indica Vélez.
Los migrantes que pernoctaban en los exteriores de la iglesia, al lado de la Casa de Acogida, ahora ya no se encuentran en este lugar. La mayoría se han ido del país y otros, especialmente algunos varones, cuyos hijos y esposas estaban al interior, ahora se les ha permitido el ingreso para fortalecer el núcleo familiar y, para evitar actos de violencia en los exteriores donde se quedaban a dormir, manifiesta el Psicólogo Vélez.
Al interior de la Casa de Acogida «Virgen de la Merced», los migrantes a más del hospedaje, alimentación, orientación cristiana y talleres formativos, reciben acompañamiento psicológico momentáneo porque luego se les deriva a los centros de salud, para que continúen con el proceso terapéutico y/o asistencia médica.
Son proyectos externos que trabajan en el país para precautelar la integridad humana de los migrantes sobre la base de la defensa de los Derechos Humanos, concluye el técnico psicosocial, Edgar Vélez.