Para Juan y María Inés, pacientes del Hospital Pediátrico Baca Ortiz (HPBO), el 7 de enero de 2022 se ha convertido en una fecha inolvidable. Ese día y tras años de espera fueron seleccionados para recibir, cada uno, un trasplante de riñón. Ambos desde pequeños sufren problemas renales y hasta la fecha se han realizado tratamientos de diálisis de manera permanente.
Antes de la pandemia generada por la COVID-19 se ejecutaban hasta 57 cirugías de trasplante. Desde el viernes pasado se reanudaron las intervenciones después de dos años de suspensión debido a la crisis sanitaria mundial. En el país existen 150 pacientes pediátricos que deben someterse a sesiones de diálisis de manera regular, 60 son atendidos en esa casa de salud.
Estas complejas operaciones se realizan cuando el Instituto de Trasplante de Órganos y Tejidos (INDOT) notifica sobre la existencia de órganos, en este caso pediátricos. Para el proceso de selección de los beneficiarios se aplican rigurosos exámenes para identificar la mayor compatibilidad.
Junior Gahona, líder del servicio de diálisis del HPBO, explica que la elección de los pacientes a ser trasplantados se inició la noche del jueves 6 de enero de 2022. La primera en ser notificada con la noticia para el procedimiento fue Isabel Ch, madre de Juan. La cirugía se efectuó el 7 de enero a las 18h00.
Patricia P., madre de María Inés, también fue informada que su hija era apta para el procedimiento. Tras los respectivos exámenes y valoración médica fue intervenida a las 23h00 del mismo día.
Jorge García, líder de Urología, junto a un equipo multidisciplinario fue el encargado de llevar adelante los dos trasplantes, que de manera inédita, se realizaron en un solo día en el HPBO.
