

Este sábado 10 de diciembre la iglesia católica en Machala estuvo de fiesta. El padre Vicente Aníbal Romero Peña cumplió 33 años de vida sacerdotal. Su vida misionera le ha llevado al África, Colombia y Ecuador ha proclamar la palabra de Dios, ha decir que su hijo Jesús vino al mundo para salvarnos, que vive en nuestros corazones y mentes y, que estamos para servir siempre al prójimo, en especial a los más necesitados de espíritu y pan.
«Gracias amigos y amigas, por su amistad misionera, un día como hoy 10 de diciembre, tenía 28 años, a las 10 de la mañana en la catedral de Machala, de 1989, era domingo, monseñor Néstor Herrera, me imponía las manos y me consagraba sacerdote de la iglesia católica».
Recuerdo a mi madrecita Hortensia, estaba en primera fila junto a mi hermana Laura Judicha, mis sobrinos: Patricio, Vinicio, Fernando, Irene, Nino; prim@s, tíos y mucha familia y amigos, afirma el padre Vicente, que actualmente cumple su labor pastoral como párroco de la Catedral en la ciudad de Machala.
«Hoy celebro 33 años de sacerdocio, he recorrido la vida, he experimentado la tristeza, el dolor, la soledad, pero nunca me he sentido abandonado de Dios, él ha sido mi baluarte, mi roca en que me amparo. 33 años de entrega generosa a los pobres en cualquier parte del mundo. Misionero en salida, dando mi vida por la causa de Jesús. Si volviera a nacer volvería a ser sacerdote para siempre», concluyó el padre Vicente Romero Peña.