

Por: P. Vicente Aníbal Romero Peña
El camino para restablecer la paz en el Ecuador es un poco incierto. Por que la paz no es ausencia de conflicto, la paz es diálogo permanente y debate hasta tener acciones claras.
La actual coyuntura ecuatoriana nos invita hacer un diagnóstico de la realidad, teniendo en cuenta factores institucionales que vienen de vieja data. Por ello es necesario un análisis histórico, y hacer una exigencia paulatina para visualizar pistas que nos ayuden a un cambio de estructuras.
1.- Cambio de modelo económico, político, social y cultural, que es el que provoca la violencia institucionalizada y pobreza en nuestra patria. Es urgente salir del modelo neoliberal que destruye y mata a otros de bienestar y justicia para todos. Este modelo económico, no busca el bienestar de toda la población, es lucro por encima del ser humano. Lo cual genera unas desigualdades en todos los campos, especialmente en lo económico.
2.- Volver al Estado de derecho y eficiencia, respetar las leyes y la Constitución, que es violada permanente por los políticos de turno. El Estado de derecho, es un marco doctrinal donde los ecuatorianos, tenemos el referente para actuar libremente. Pero en la actualidad hay un desgobierno que legítima todo lo que atente al Estado de derecho. Quieren desintitucionaizar todo los programas sociales y de ayuda humanitaria, y necesitamos un cambio en la policía y desaparecer a las fuerzas armadas, que sólo consumen.
3.- Regresar todos los presupuestos que por derecho corresponden a los ecuatorianos, salud, educación, vivienda, seguridad, etc y los presupuestos para la eficiencia de todas las instalaciones públicas incluidas la atención urgente del sector penitenciario. Esto es muy importante porque si no se invierte en programas sociales y de promoción humana, la delincuencia política organizada y la delincuencia común hacen de las suyos con todos, en especial se crean mafias que atentan con todos.
4.- Volver a los programas de evaluación y control de todas las actividades públicas, para mantener la efectividad, eficacia y calidad. Esta es una acción urgente porque todo se consigue con falsos padrinazgos, con testaferros y las mafias de la política.
5.- Regresar a la ley de medios y mejorarla, no se puede permitir que la prensa siga mintiendo al país, defendiendo intereses de élites, boicoteando, difamando y destruyendo la honra. Esto muy importante, la regulación, no es posible que se siga haciendo de la noticia un negocio redondo. Son los grandes emporios de la comunicación en el Ecuador, que venden información al mejor postor.
6.- Salir del estado de impunidad y degradación moral, que el régimen de Moreno y Lasso nos tienen aplastados. Esto es un secreto a gritos, toda la sociedad conoce, pero nos hacemos los sordos y los ciegos, hemos caído en trampa del capitalismo dejar hacer y dejar pasar. Esto repercute en la vida cotidiana.
7.- Revisar toda la política económica que dicta el FMI. Esto está claro, el Fondo Monetario Internacional lo que busca es siempre hacer de los Estados negocios, jamás verán rostros humanos en la pobreza, desolación, etc. Lo que ellos ven son números y números económicos, son los eternos recaderos de la oligarquía mundial.
Tenemos en nuestra patria LA DELINCUENCIA POLÍTICA ORGANIZADA, esta es peligrosa porque es la metástasis, es decir todo el sistema social está contaminado. Esta DELINCUENCIA POLÍTICA ORGANIZADA, es la que genera violencia en los demás estamentos de la sociedad, hospitales sin medicina, no hay planes de vivienda serios para los pobres, desempleo de cada 10 personas activas para trabajar solo 2 lo hacen, educación superior elitizada e instituciones públicas llenas de corrupción.
Como cristianos comprometidos en el cambio, no podemos dejar de soñar una patria nueva y un cielo nuevo. (Apocalipsis), es el momento de perdonar lo imperdonable, es necesario el PERDÓN SOCIAL, que significa la reconciliación nacional, junto a la retribución.
Perdonar lo imperdonable es una cuestión ética que religiosa. Es una cuestión que abarca todas las dimensiones sociales y humanas.
El grito de Jesús en la cruz es impactante, es revolucionario, es extraordinario: «Padre, perdónalos porque no saben lo que hacen». Esto hace de Jesucristo, un ser humano, la humanidad de Jesucristo se hace misericordia cuando experimenta el cariño de Dios.