Por P. Vicente Anibal Romero Peña
Vivir como RESUCITADOS, es el mensaje que nos trae el evangelio de este domingo. Muy por la mañana, fue Maria Magdalena al sepulcro y vio removida la piedra que lo cerraba. Jn 20,1-9.
La experiencia de Maria Magdalena, es la experiencia vital de todos los seguidores y seguidoras del Resucitado, por eso como discípulos misioneros, cantamos, gritamos, Jesús ha Resucitado.
Jesús derrota la muerte y con él se instaura el camino sinodal de la alegría, la fraternidad y la comunión. Por ello a pesar de todo lo adverso, que la vida nos puede traer, nos levantamos y gritamos JESÚS ESTA VIVO, es la exclamación de los discípulos de hoy. Hombres y mujeres bautizados, que asumimos la defensa de la vida, en todas sus realidades.
Cristo Resucitado, nos invita a renovar todo ya que él hace todas las cosas nuevas.
Estoy seguro de que Cristo ha Resucitado, y que nuestra esperanza sinodal adquiere un compromiso con la renovación de estructuras eclesiales y sociales.
¡CRISTO HA RESUCITADO,! Y nuestra fe ya no es vana.