Teología de la calle

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Por: P. Vicente Aníbal Romero Peña

Ante esta realidad electoral, los ecuatorianos, hombres y mujeres, tenemos que discernir entre lo correcto y lo emotivo. Lo emotivo es dejarnos llevar por la ignorancia y la capacidad de enajenación.

Una mente embotada, es una mente con desequilibrio, porque está manipulada. Es por ello que el verdadero discernimiento, implica un cambio total de análisis dialéctico, para poder cambiar de mentalidad y no dejarnos llevar por la mercadería de las publicidades que nos embrutecen y nos embriagan de tonteras.

La decisión del análisis depende de cada uno de nosotros. ¿Somos o no somos, para dónde nos dirigimos, cuál es nuestro proyecto social, personal y comunitario….. , tenemos que ver el TODO más que el particular?, es decir conjugar el NOSOTROS Y EL YO.

La esencia no es el accidente. Por ello el Ecuador de hoy necesita más educación, formación y entrega.

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