Vicariato apostólico de Aguarico hace un llamado por la paz en la provincia de Orellana

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¡Qué hermosos son, sobre los montes, los pies del Mensajero, que trae buenas nuevas; del que proclama la paz, del que anuncia buenas noticias, del que proclama la salvación, del que dice a su pueblo: «Tu Dios reina»! (Isaías 52:7).

 

El Vicariato apostólico de Aguarico, ante los últimos acontecimientos de violencia y terror que está viviendo la provincia de Orellana y ciudad de Coca, expresa su indignación y rechazo de toda acción violenta que atenta contra la vida y la integridad de las personas, da cuenta un comunicado.

Rechazamos todo tipo de violencia, venga de donde venga, porque somos un pueblo pacífico, que vive y anhela la paz. Una paz, que es fruto de la justicia, del respeto, de la solidaridad. Somos más las personas de paz, no dejemos que el miedo, el temor calle nuestra voz e inmovilice nuestros pies, puntualiza el pronunciamiento.

Si bien todo el país está viviendo una situación de violencia e inseguridad, y nosotros no somos la excepción, sí que estamos llamados como ciudadanos de Orellana a tomar acciones a favor de la paz y la tranquilidad de nuestro pueblo.

Es por ello que pedimos y exigimos a nuestras autoridades civiles, militares y policiales que cuiden y garanticen la seguridad de todos los ciudadanos. Coca y toda la provincia siempre se ha caracterizado por ser un territorio de paz, y por ello queremos y pedimos que esa paz y tranquilidad vuelva a estar presente entre todos nosotros. Queridas autoridades, no dejen a la población abandona, en manos de la violencia, sostiene Mons. José Adalberto Jiménez.

El prelado invita a todos los grupos: organizaciones, movimientos laicales, gremios, iglesias de distintos credos, cooperativas, federación de barrios, medios de comunicación, a unirse entre todos para orar por la paz y para sumarnos a toda acción a favor de la paz y la justicia. Estamos próximos a celebrar la Navidad: momento especial para unirnos en los barrios, para orar por la paz y llevar adelante acciones concretas: conversatorios, jornadas de oración y vigilia por la paz, diálogos y reflexiones, festivales por la paz, vigilancia
barrial, foros, que contribuyan con la seguridad y la armonía de nuestros sectores.

A toda la ciudadanía en general y a toda la gente de bien, desde nuestra Iglesia les invitamos a cuidarnos unos a otros, a proteger a nuestras familias, a nuestros niños y jóvenes y a unirnos como barrios en jornadas de oración tanto en nuestras propias casas, grupos, como en las iglesias de nuestros centros pastorales.

Necesitamos urgentemente recobrar la paz de la ciudad y la provincia de Orellana y por ello invitamos a orar por la paz local, por la paz en el país y por la paz en el mundo entero.

Cuenten con nuestros misioneros: sacerdotes, religiosas, familias misioneras, y laicos comprometidos, que estarán dispuestos para acompañarles y caminar y, rezar con ustedes en todos los lugares, barrios, sectores donde requieran la presencia de los misioneros.

¡Qué hermosos son, sobre los montes, los pies del Mensajero, que trae buenas nuevas; del que proclama la paz, del que anuncia buenas noticias, del que proclama la salvación, del que dice a su pueblo: «Tu Dios reina»! (Isaías 52:7), concluye el comunicado de Mons. José Adalberto Jiménez, capuchino, Obispo-Vicario Apostólico de Aguarico.

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