El amaranto, una planta milenaria presente en muchos jardines por su hermosa flor, esconde un secreto que pocos conocen: es un aliado excepcional para la salud cerebral.
Más allá de la belleza de su flor, esta planta mejora la memoria y la capacidad cerebral; contiene proteínas, hidratos de carbono y fibras que benefician el envío de glucosa a las neuronas y posee un bajo índice glucémico, ideal para el cerebro.
Cómo aprovechar sus beneficios:
En infusiones: con hojas frescas o secas.
Semillas: lavarlas y cocinarlas a fuego lento en agua con sal. Añadirlas a legumbres, arroz, sopas, ensaladas o incluso prepararlas como un cereal.
Esta planta es un regalo de la naturaleza ya que es rica en hierro, proteínas, calcio, magnesio, vitaminas (A, B, C, D y K) y ácido fólico, también contiene ocho de los nueve aminoácidos esenciales y tiene más proteínas que el maíz, el arroz y el trigo.
El Amaranto previene enfermedades degenerativas como diabetes y presión arterial, pues ayuda a crear células nuevas y combatir algunos tipos de cáncer.





















