Alejandro Arcos, el alcalde de la ciudad mexicana de Chilpancingo, fue asesinado este domingo cuando estaba cumpliendo seis días en el cargo.
“Sobre el lamentable suceso del presidente municipal de Chilpancingo (…) se están haciendo las investigaciones necesarias para saber cuál fue el motivo y cuál fue el móvil y por supuesto hacer las detenciones correspondientes”, dijo la presidenta Claudia Sheinbaum esta mañana.
Agregó que las autoridades federales están colaborando con las del estado de Guerrero, donde se localiza Chilpancingo, la capital estatal.
Según una foto de la escena del crimen, publicada en las redes sociales, Arcos, de 43 años, fue decapitado y la cabeza abandonada en el techo de un vehículo.
Guerrero es uno de los estados mexicanos más afectados por la violencia de los carteles de la droga por su ubicación estratégica sobre la costa del Pacífico.
Más de 450.000 personas han sido asesinadas y unas 100.000 han desaparecido en México desde que el Gobierno desplegó al ejército para combatir el narcotráfico en 2006.
Los políticos, particularmente a nivel local, con frecuencia son víctimas de la violencia relacionada con la corrupción y el tráfico multimillonario de drogas.






















