Ocurrió a las 21:00 del jueves 4 de mayo en la intersección de la calle Maldonado.
En el carro iban un hombre y dos mujeres que se habían embarcado en la Bahía.
Se trataría de comerciantes que se dirigían a su casa cuando fueron secuestrados por el taxista y un cómplice armado.
Según testigos, el comerciante golpeaba con su cabeza el vidrio del carro para tratar de llamar al atención al quedarse detenidos en el tráfico.
Los moradores tomaron fierros y rocas para reventar los vidrios del carro y liberar a los secuestrados.
Mientas tanto, el conductor del taxi y su cómplice huyeron en una moto y un automóvil que los seguía.
El taxi amarillo quedó abandonado en la calle y fue llevado al laboratorio de Criminalística para analizar y dar con los secuestradores.
En la vía quedaron los vidrios rotos como evidencia del delito que alarmó a muchos en la zona.
Hace menos de una semana otro caso similar se dio en Guayaquil.
Un joven que había tomado un taxi de aplicación en el sector de Puerto Santa Ana fue secuestrado tras avisar a su familia que el conductor había tomado una ruta sospechosa para dirigirse a casa.
Lo reportaron como desaparecido y casi 40 horas después fue hallado desorientado en un cantón de Guayas. Supuestamente había sido escopolaminado y le habían robado sus pertenencias.