Habían estado reunidos festejando desde la tarde del viernes 27 hasta la mañana del sábado 28 cuando unos visitantes, a quienes ellos autorizaron su ingreso minutos antes, les dispararon 54 tiros.
La casa en la que los mataron está en la manzana 27 y pertenecía a José Javier Soria, el padre del menor (ambos asesinados), pero se descubrió que el expolicía, identificado como Estuardo Granados Vasco, también vivía en la misma urbanización ubicada en la avenida León Febres-Cordero.
Los uniformados realizaron un registro no solo de la casa donde se dio la fiesta y el posterior crimen, sino también de la vivienda del expolicía que fue cesado en 2021.
Según la Policía, en esa casa, ubicada en la manzana 25 de la urbanización, se hallaron 380.000 dólares en efectivo, tres pares de placas de identificación vehicular, un arma tipo pistola, municiones, radios de comunicación, una computadora y uniformes similares a los de los agentes del orden.