El Fondo Monetario Internacional (FMI) aprobó una ampliación del acuerdo suscrito con Ecuador y entregará mil millones de dólares adicionales a los $ 4.000 millones pactados originalmente.
Con esta decisión, el organismo multilateral destacó que se abre la puerta para que el país acceda a nuevo financiamiento de otros organismos internacionales. A cambio, el FMI espera que Ecuador avance en la implementación de reformas estructurales.
El organismo valoró que Ecuador ha cumplido con los compromisos fiscales, incluso antes de que fueran solicitados. Entre las medidas tomadas por el Gobierno están el alza del IVA, la eliminación del subsidio a la gasolina Extra y ajustes parciales en el diésel. «Existe una buena predisposición para achicar el déficit fiscal», opinó Fausto Ortiz, exministro de Finanzas.
Aunque los nuevos recursos son de libre disponibilidad, la ministra de Economía y Finanzas, Sariha Moya, ha señalado que se destinarán principalmente a inversiones sociales y de infraestructura. No obstante, Ortiz considera que esos fondos también podrían usarse para cumplir con obligaciones financieras. «Al Gobierno le toca pagar al Fondo más de USD 1 000 millones, y esa misma plata fresca le sirve para pagarle al Fondo», explicó.
El FMI no ha detallado cuáles son las reformas estructurales que espera, pero se anticipa que estén relacionadas con temas sensibles como subsidios y el sistema de pensiones. «Ese 40 % de aporte estatal a la jubilación es insostenible. En algún momento el Gobierno tendrá que afrontarlo, así como el subsidio al diésel y la reforma laboral”, agregó Ortiz.
Estas reformas deberían ejecutarse durante la vigencia del programa, que concluye en mayo de 2028. En ese periodo, el FMI espera también mejoras en el sistema de tasas de interés, el impulso al mercado de capitales local y una mayor profundidad financiera.
El organismo internacional considera posible que Ecuador retorne al mercado de capitales en 2026, pero para ello será clave que el país cumpla con los pagos de los bonos 2030 y mantenga un riesgo país favorable. Ese escenario dependerá del manejo fiscal y del ritmo de las reformas pendientes.






















