Un joven ecuatoriano, Alejandro Bueno, cruzaba la selva del Darién en busca del sueño americano, cuando se encontró a una madre con dos bebés en similar situación. Ante el cansancio, ella le pidió que se lleve a uno de sus hijos y lo ponga a salvo. Alejandro cumplió la misión y cruzó con el niño de 2 años.
La madre, de nacionalidad venezolana, estaba desesperada por ayuda, pues llevaba días cruzando la selva con los menores sin alimentos ni agua. Ella todavía se quedó atrás con su segundo bebé de 10 meses.
Alejandro, oriundo de Morona Santiago, sin saber bien por qué aceptó, se llevó al pequeño Keyler R. cargado en su espalda y documentó parte de su camino contando la historia que ahora recorre el mundo.
Tras llegar a tierra panameña, el joven contó en una entrevista que “le dije que lo busque en alguna delegación encargada para niños que ahí lo voy a dejar”, con el objetivo de que se reencuentre con su familia más adelante.
