La condición de ‘candidato–presidente’ que tiene Daniel Noboa en este proceso electoral llamó la atención de las misiones internacionales que observaron el desarrollo de la primera vuelta de los comicios nacionales del 9 de febrero, y sugieren que alguna institución o autoridad dirima para evitar controversias en los siguientes 60 días que faltan para llegar a la segunda vuelta del 13 de abril.
Los informes preliminares de la Misión de Observación Electoral de la Unión Europea (MOE – UE) y de la MOE de la Organización de Estados Americanos (OEA) incluyeron en sus observaciones la actuación del presidente Noboa como candidato y presidente durante los 33 días de campaña electoral.
La misión de la OEA, que agrupó a 88 técnicos de 21 países, estuvo presidida por el excanciller de Chile Heraldo Muñoz y en su informe preliminar de 20 páginas divulgado este 11 de febrero, destacó la organización del proceso y la publicación de los resultados de las votaciones por el Consejo Nacional Electoral (CNE).
Pero recogió las preocupaciones de los actores políticos sobre la ‘licencia de Daniel Noboa’ lo que provocó que la campaña transcurra hasta el último día, “sin que hubiera claridad sobre si el presidente debía o no tomar una licencia. Esta situación generó un alto nivel de incertidumbre, tensión y desconfianza”.
Su recomendación fue “que las instituciones pertinentes, de acuerdo con el ordenamiento jurídico ecuatoriano, se pronuncien de manera oportuna y clara sobre las licencias de autoridades de elección popular”.
Similar criterio tuvo la Misión de la UE, que mantuvo en el país por dos meses a más de cien personas de 25 nacionalidades observando la organización del proceso.
La mañana del 11 de febrero, los observadores enviados por el Parlamento Europeo hicieron una declaración a cargo del jefe de la Misión, Gabriel Mato, quien admitió: “No todo ha sido fácil, llegamos (al 9 de febrero) con incertidumbres, riesgos, inseguridades con acusaciones de todo tipo, con cierta desconfianza en los órganos electorales y judiciales y en un escenario complejo y polarizado y con un clima de violencia”.
Además, se encontraron con decisiones “controvertidas y objeto de preocupación” y, si bien el “balance fue positivo” se observó la “decisión del presidente de no solicitar licencia durante la campaña lo que generó controversia y acusaciones de sesgo político”.






















