La provincia de El Oro vive un agosto teñido de sangre: 43 asesinatos en menos de 15 días, una cifra que revela un espiral de violencia imparable. Entre las víctimas hay dos menores de edad, un bombero voluntario, un taxista y ciudadanos extranjeros.
La Policía del Distrito Machala confirmó que la mayoría de los crímenes fueron “ataques selectivos”, aunque la brutalidad no distingue y también golpea a inocentes atrapados en balaceras o usados como advertencia.
Machala concentra el mayor número de homicidios, consolidándose como el epicentro de la violencia en la provincia, mientras otros cantones registran hechos sangrientos que suman a la estadística roja y que desatan el miedo en la población.
“Luego de la masacre que ocurrió en alta mar, en las barrios del norte y en Puerto Bolívar se escucharon balaceras que no dejaron dormir a nadie, estamos con mucho miedo porque somos adultos y no sabemos qué hacer”, dijo un hombre que está pensando en mudarse al campo por la ola de violencia.
En menos de dos semanas, El Oro registra un promedio de casi cuatro muertes violentas al día, un ritmo que mantiene en vilo a la población y obliga a reforzar operativos, sin que por ahora se vislumbre una contención efectiva de la ola criminal.
